Enorgullecerse de la inclusión: mensaje de Giuliana Netto
Cuando me pidieron que reflexionara sobre los beneficios organizativos de garantizar un lugar de trabajo empático desde una perspectiva de inclusión LGBTQ+, no pude evitar pensar en ello desde un punto de vista DEIB más amplio. Creo que la inclusión de las personas LGBTQ+ no sólo beneficia a los individuos directamente implicados, sino que también promueve una cultura de apertura y respeto que beneficia a todos los grupos minoritarios y a la sociedad en general.
No puedo exagerar lo crucial que es fomentar entornos, y el lugar de trabajo es uno de ellos, que valoren la diversidad, la comprensión y el respeto. De lo que he sido testigo a lo largo de mi vida es de que la inclusión del colectivo LGBTQ+ es vital en el lugar de trabajo para la creación de un entorno seguro y de apoyo para todos los empleados. Aceptar la diversidad y promover activamente la igualdad y la pertenencia permite a las personas ser auténticas sin miedo a la discriminación ni a los prejuicios.
Son muchos los resultados positivos que pueden vincularse a este compromiso empresarial: (i) los empleados que se sienten bienvenidos y respetados están más comprometidos y tienden a tener una mayor productividad; (ii) los lugares de trabajo inclusivos pueden atraer a una gama más amplia de personas con talento de diversos orígenes; (iii) valorar y abrazar la diversidad (LGBTQ+ y todas las demás formas de ella) demuestra una cultura de lugar de trabajo que nutre y acepta, lo que ayuda a atraer y retener a los empleados, lo que resulta en una fuerza de trabajo más fuerte y más cohesionada; (iv) una organización diversa reúne a personas con perspectivas, experiencias e ideas únicas, lo que puede dar lugar a soluciones y enfoques más innovadores; (v) los entornos inclusivos animan a los empleados a compartir abiertamente sus pensamientos, fomentando la colaboración y la creatividad.
Además, los grupos minoritarios se enfrentan a menudo a retos y barreras únicos que pueden darles una visión diferente de diversos aspectos de la empresa. Al proporcionar una plataforma para que estas perspectivas sean escuchadas y valoradas, las organizaciones pueden acceder a una gran cantidad de talento sin explotar y liberar todo el potencial de su plantilla. Por último, es evidente que las organizaciones que dan prioridad a la inclusión del colectivo LGBTQ+ no sólo se ganan la confianza y el respeto de sus empleados, sino que también mejoran su reputación entre clientes y consumidores. Al promover activamente la inclusión LGBTQ+, las organizaciones se posicionan como defensoras de la igualdad y la equidad, lo que sin duda mejora su imagen de marca y la fidelidad de sus clientes.
Estos beneficios, sin embargo, implican mantener un compromiso con la inclusión y el aliamiento más allá de las fechas de celebración, como el Mes del Orgullo, situándolo como parte integral de la cultura de la empresa, guiando los procesos de toma de decisiones, las políticas y las prácticas. Al formalizar el compromiso con la inclusión de las personas LGBTQ+, las organizaciones envían un mensaje claro de que la inclusión no se limita a un marco temporal específico, sino que es un aspecto fundamental de sus operaciones.
Requiere un esfuerzo continuo, dedicación y un auténtico deseo de cambio. Al integrar la inclusión en los valores de la organización, impartir educación y formación, crear grupos de recursos para los empleados, revisar las políticas, fomentar el liderazgo integrador, participar en el apoyo a la comunidad y recabar opiniones, organizaciones como Arcadis y Lovinklaan se aseguran de que su compromiso con el DEIB no sea una iniciativa o un programa, sino una actitud duradera, algo de lo que sentirse legítimamente orgullosos.